El Ayuntamiento de París ha dicho que se opone a seguir creando apartamentos dirigidos al turismo y gestionados por profesionales en zonas saturadas para intentar así que los precios de los alquileres suban más. Esto supone una desventaja, ya que los residentes permanentes deberán afrontar esta situación de una forma diferente y aceptando esta subida, pero también tiene su lado positivo. En una comparecencia a la prensa, el “número dos” del Ayuntamiento, Emmanuel Grégoire, justificó esa medida por considerar que allí la oferta “ya es muy abundante”.
Se aplicaría a barrios como los de París centro (incluye el barrio del Marais), el Canal Saint Martin, los Grandes Bulevares, los Campos Elíseos o Montmartre. Esa limitación se impondrá únicamente a los gestores profesionales y no a los propietarios que no alquilan sus bienes más de 120 días al año. Pero esta parte, que es la parte positiva mencionada antes, trabaja con la oferta y la demanda dependiend de cómo los residentes permanentes de estos barrios turísticos trabajan con sus distintos bienes inmuebles.
En la ciudad, hay 43.000 apartamentos turísticos registrados, aunque el Ayuntamiento considera que la cifra real es muy superior y tiene intención de aprovechar algunas iniciativas legislativas para aplicar más restricciones al sector. Estos apartamentos que supuestamente no están registrados son los que operan en el problema principal: que hay mucho turista para zonas tan saturadas, es decir, más oferta que demanda.
Paralelamente, cuatro parlamentarios, de diferentes corrientes políticas, presentaron el martes una iniciativa con la que pretenden, entre otras cosas, que los alquileres de corta duración de apartamentos turísticos estén sometidos a la misma fiscalidad que los de larga duración.
También barajan reducir el umbral a partir del cual un arrendador pasa a ser considerado un profesional (con las obligaciones adicionales que eso conlleva) de los 120 días anuales actualmente a 90.
Vía europa press
